Julio fué así,
viviendo los cuatro elementos por diferentes parajes,
mezclándose un lugar con otro.
A menudo los viajes eso son, no sabes donde vas,
todo se combina y no sabes qué esperar.
A menudo los viajes eso son, no sabes donde vas,
todo se combina y no sabes qué esperar.
AGUA:
En el Delta del Ebro,

fueron varios los personajes
que a remojo encontramos en este bonito lugar:
Andarríos Grande
Mi pequeño, delicado y saleroso Chorlitejo Patinegro
mira que me encanta este bichín.,
Cigüeñuelas haciendo equilibrios,
Archibebe común refrescando la barriguca
los Flamencos ajeno a los gigantes volares que tienen tras ellos,
las Fochas paseando en familia,
los Fumareles apañando su nido
la Garceta Grande en busca de un apetitoso bocado
Cerler
Bestué
Baños de Benasque
y en la Selva de Oza,
el Mirlo Acuático con su aseo a media tarde
TIERRA:
Mi primera Lagartija Rabilarga en el Delta,
escudriñándose entre
Chorlitejos Patinegros y Canasteras,
Junto a otros conocidos del Delta:
Charranes comunes,
Gaviotas de Audouin
Flamencos,
Fumarel Cariblanco,
Garcillas Bueyeras,
Garza Imperial,
la inquieta Golondrina
y el majestuoso Avetorillo.
Hasta Ordino
nos llevó el Arrendajo,
para disfrutar de las florecillas tan desconocidas por nosotros.
(bueno, esta me la ha chivado Daniel Saldaña, Genthiana, a medida que me chivéis más, completaré el blog;))
Pero tampoco allí estábamos solos, alguién más las observaba,
además de los Acentores que nos saludaban y la Bisbita Alpina
la Collalba Gris, también se encontraba descaradilla
Cerler, con sus vigilantes siempre atentas
y el Alcaudón atento a que se cumpla la norma,
de la vigilancia de la flora ya se ocupan desde las alturas
el Roquero Rojo y la Tarabilla Norteña.
Baños de Benasque, donde es imposible perderte,
porque todo está muy indicado
Bestué
La Selva de Oza, que esconde entre sus ramas,
a los pequeños Carboneros Garrapinos
y al gran Cuervo
y por sus praderas algunas florecillas más...
Y Nuestra señora de Guayente,
quien nos lo descubrió el Papamoscas Gris.
AIRE:
gracias al airecillo que soplaba,
en el Delta, el calor se llevó agustito,
como agustito volaban
los Charrancitos comunes,
los Flamencos,
los Fumareles Cariblancos y las Pagazas Piconegras,
los Moritos
¿Y cómo no, al atardecer los Martinetes, Garcillas Bueyeras y Cangrejeras
también reclamaron su presencia.
Mirando al cielo, cualquier cosa podemos ver
desde este pequeño Chorlitejo Patinegro
que nos acompañó en el Delta, al Alcaudón curioso
que no sabía donde acabaríamos a su pasó por Bestué
o a unos grandotes, no menos bellos
como el Alimoche, el Buitre Leonado y el Quebrantahuesos
que nos condujeron a Escuaín,
y a las estupendas vistas de los miradores de Revilla.
El camino no tiene desperdicio,
de flores no tengo ni idea,
solo que al verlas, me gustan y aquí están.
Hay que tener el ojo abierto
porque entre las paredes de los pueblos
te espera el Vencejo.
y en Aínsa
una buena caracolada acompañada de una fresquita hidratación
¿y el FUEGO?
El fuego es la pasión interna por seguir disfrutando de cada momento y de cada lugar,
sin saber a donde vamos
¡QUE MÁS DA!.
sin saber a donde vamos
¡QUE MÁS DA!.